Descripción del potencial terapéutico e inmunomodulador del uso de células madre, en gatos con enfermedad renal crónica. Revisión bibliográfica

Abstract

La enfermedad renal crónica (ERC) es una de las patologías más prevalentes en la población felina en general y principalmente en la geriátrica, la cual es caracterizada por la pérdida progresiva e irreversible de la función renal, con impacto negativo en la calidad de vida y expectativa de supervivencia de los pacientes. Ante la limitada eficacia de las terapias convencionales, las células madre surgen como una alternativa terapéutica innovadora, gracias a su capacidad de autorrenovación, diferenciación y modulación de la respuesta inmunológica. El objetivo general de este estudio fue describir el potencial terapéutico y los mecanismos inmunomoduladores de las células madre administradas en gatos con enfermedad renal crónica. Se realizó una revisión bibliográfica utilizando fuentes de información en bases de datos científicas como PubMed, Elservier, Science Direct, WOS, EBSCO, Scopus, SciELO Medline y Google Académico, mediante el uso de palabras clave y criterios de selección para los artículos. Se evaluaron los diferentes tipos de células madre utilizadas en modelos/estudios en gatos, sus mecanismos de acción a nivel inmunológico, su eficacia en la mejora de parámetros clínicos y funcionales renales, así como las vías de administración empleadas. Los estudios revisados evidenciaron que las células madre mesenquimales, principalmente derivadas de tejido adiposo y médula ósea, ejercen un efecto antiinflamatorio, antifibrótico, paracrino, angiogénico e inmunomodulador, contribuyendo a la estabilización de la función renal y reducción de marcadores bioquímicos de daño. Las principales vías de administración fueron la intravenosa, la intrarrenal y la intraarterial, con resultados variables en cuanto a seguridad y favorables en su tolerancia, aunque persisten desafíos relacionados con la estandarización de protocolos, número de dosis y duración del tratamiento. Se concluye que la terapia con células madre representa una opción terapéutica alentadora para la ERC en gatos, si bien se requiere mayor evidencia clínica para establecer su eficacia a largo plazo y posibles efectos adversos.

Chronic kidney disease (CKD) is one of the most prevalent pathologies in the feline population in general, particularly in geriatric cats. It is characterized by the progressive and irreversible loss of renal function, negatively impacting the quality of life and survival expectancy of affected patients. Due to the limited efficacy of conventional therapies, stem cells have emerged as an innovative therapeutic alternative, thanks to their capacity for self-renewal, differentiation, and modulation of the immune response. The general objective of this study was to describe the therapeutic potential and immunomodulatory mechanisms of stem cells administered to cats with chronic kidney disease. A literature review was conducted using scientific databases such as PubMed, Elsevier, Science Direct, WOS, EBSCO, Scopus, SciELO, Medline, and Google Scholar, through the use of keywords and article selection criteria. Different types of stem cells used in feline models/studies, their immunological mechanisms of action, their efficacy in improving clinical and renal functional parameters, as well as the routes of administration employed, were evaluated. The reviewed studies showed that mesenchymal stem cells, mainly derived from adipose tissue and bone marrow, exert anti-inflammatory, antifibrotic, paracrine, angiogenic, and immunomodulatory effects, contributing to the stabilization of renal function and reduction of biochemical markers of damage. The main routes of administration were intravenous, intrarenal, and intra-arterial, with variable results regarding safety and favorable tolerance, although challenges remain related to the standardization of protocols, number of doses, and treatment duration. It is concluded that stem cell therapy represents a promising therapeutic option for CKD in cats; however, further clinical evidence is required to establish its long-term efficacy and possible adverse effects.